Tegucigalpa, HondurasLa última vez que hablamos me dijo: "mamita, yo ando trabajando con mi papá", y yo le respondí: "sí mi amor cuidate".
Así recuerda María Mercedes Martínez las últimas palabras de su pequeño Gabriel, el niño nicaragüense que murió asesinado el fin de semana en la capital de Honduras.
"Nunca imaginé que me le iba a pasar esto a mi niño", comentó la desgarrada madre al momento de retirar el cuerpo de su hijo de la morgue capitalina.
"Gracias a Dios me han ayudado con la cajita -ataúd- y con la pasada para allá", dijo la humilde mujer quien junto a su esposo lamentan la muerte de su pequeño hijo.
"Él era muy hiperactivo, salía con el otro hermano pero llegaba temprano.
Chupumbita, andate para la casa", le decíamos y "el hacía caso", recordó la mujer quien se enteró de la tragedia en la tarde de ayer.
"Mi esposo no me dijo lo que había pasado con el niño, solo me preguntó cuántos años tenía.
Yo me di cuenta como a eso de las 3:00 de la tarde y de inmediato salimos para acá".
Las desconsolada madre lamentó que la tragedia los hubiese tocado a su familia de esa manera ya que "era la primera vez que mi hijo venía con su papá ya que él siempre viene a vender a Honduras".
El pequeño Gabriel desapareció en la noche del sábado mientras vendía alcitrones junto a su padre en el Parque Central de Tegucigalpa y su cuerpo fue hallado sin vida el domingo en matorrales del río Choluteca.