El VaticanoEl papa Francisco advirtió ayer que se debe evitar el “virus de la polarización” y hostilidad en el mundo que busca tildar de enemigas a las personas de otras nacionalidades, razas o creencias, durante una ceremonia en la que recibió a 17 nuevos cardenales de seis continentes.
En la ceremonia del consistorio en la Basílica de San Pedro, Francisco invistió formalmente a los prelados como cardenales.
El papa también usó su homilía para alertar a los nuevos “príncipes de la Iglesia”, como a veces se les llama a los cardenales, a estar atentos que la animosidad no entre a los templos, diciendo, “nosotros no somos inmune a esto”.
Francisco habló de nuestros “patéticos corazones que tienden a juzgar, dividir, oponerse y condenar” y advirtió seriamente en contra de aquellos que quieren “levantar muros, construir barreras y etiquetar a la gente”.
Francisco comentó que “vemos, por ejemplo, cómo los que tienen condición de extranjero, de inmigrante, de refugiado, son considerados una amenaza, un enemigo.
Un enemigo simplemente porque vienen de un país extranjero, o porque tienen costumbres distintas”.
Y agregó: “El virus de la polarización y la animosidad permea nuestra manera de pensar, nuestros sentimientos y acciones”.