San Pedro Sula, Honduras.
El hondureño Arturo García fue deportado este viernes de los Estados Unidos después de 10 años de residir en ese lugar de forma indocumentada, la razón y el lugar donde fue detenido deja a todos con la boca abierta.
"El problema fue que yo estaba en mi casa y un camarada ahí, un güero, estaba maltratando a una niña y entonces yo quise defenderla", comenzó relatando el catracho.
Agregó que después del incidente otro amigo lo agarró y lo metió a su casa.
"El güero (con el que tuvo el altercado) se fue a llamar a la policía y me llevaron a la cárcel, me tomaron huellas, y me volvieron a dejar en la casa pero a las tres semanas volvieron", sostuvo.
Explicó que estar preso varios días en EUA es algo muy "duro" ya que "lo miran mal a uno por ser un indocumentado".
"Me agarraron ahorita mismo, está dura la cosa": hondureño deportadoEl hondureño aseguró que el Gobierno de Trump detiene a personas inocentes y los entrega a ICE.
El catracho llegó hoy al aeropuerto Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula en el vuelo que traía a 82 compatriotas.
Arturo, quien es originario de Ocotepeque, zona occidente de Honduras, afirmó que no piensa regresar a EUA donde no dejó familia.
"Me espera mi familia en Ocotepeque, yo era el sustento de mi familia, de allá mandaba los dólares pero ahora me están esperando", aseguró.
Aconsejó a los que piensan migrar al país del norte "que lo piensen bien por el cambio de gobierno (que preside Donald Trump) porque no se sabe cómo se va a poner la situación""El gobierno de Donald Trump está agarrando la gente, hasta los inocentes, los está metiendo a la cárcel y los está entregando a ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos)", afirmó.
Hay preocupación en EUA porque las detenciones cada vez se hacen en lugares más inusuales.
En la puerta del refugio de una iglesia, dentro de una corte o tras un acto contra la deportación: los arrestos de indocumentados en lugares considerados "sensibles" se multiplican en Estados Unidos, mientras crece la indignación y el temor de activistas e inmigrantes.
Aunque no ha habido deportaciones masivas desde la investidura de Donald Trump hace poco más de un mes, el temor crece porque ICE, la agencia migratoria estadounidense, recibió crecientes poderes para detener indocumentados.
Y los está usando.
El último caso sonado concierne a la argentina Daniela Vargas, de 22 años.
Vargas llegó a los siete a Estados Unidos y fue detenida el miércoles tras hablar públicamente contra la deportación en un acto en Jackson, Mississippi (sur).
Cuando hace dos meses agentes migratorios llegaron a su casa para arrestar a su padre y a su hermano, también indocumentados, Daniela había conseguido escapar escondiéndose en un ropero.
"Es alarmante que el ICE la haya seguido desde una conferencia de prensa sobre inmigración", escribió en su cuenta Twitter el senador demócrata Ricard Durbin.
Vargas llegó a estar protegida por el DACA, un decreto firmado por el expresidente Barack Obama en 2012 que impide que los niños traídos por sus padres ilegalmente a Estados Unidos y que han crecido aquí sean deportados, y al que se acogieron unos 750.
000 jóvenes 'Dreamers', como son llamados.
Pero lo dejó expirar en noviembre, según sus abogados porque no tenía los 500 dólares necesarios para hacerlo, y en febrero inició los trámites para renovarlo.
"Lo último que sé es que planifican deportarla sin una audiencia judicial", dijo a la AFP Patricia Ice, abogada de la Alianza por los Derechos de los Inmigrantes de Mississippi, que organizó la conferencia de prensa.
Más de 3 mil hondureños han sido deportados de EUA a Honduras en lo que va de 2017.
Foto archivo.