Pionyang, Corea del NorteCorea del Sur y Estados Unidos están a punto de despertar a un “gigante” dormido, o al menos eso es lo que afirma el líder del régimen norcoreano Kim Jong-un, que esta semana concluirá sus maniobras militares anuales conjuntas, en un momento de especial tensión en la península de Corea debido al último ensayo de misiles de Pyongyang.
La primera de estas maniobras, llamada “Foal Eagle”, que incluye ejercicios aéreos, terrestres y navales, finalizará a finales de abril, según anunció el Ministerio surcoreano de Defensa.
A este ensayo se unió el ejercicio “Key Resolve”, una práctica de simulación por ordenador.
La reacción de Corea del Norte tras ataque de EUA a SiriaEstados Unidos planea utilizar en estas maniobras el portaaviones USS Carl Vinson, el avión F-35 y los bombarderos B-1B y B-52, apuntaron fuentes de Defensa a la agencia Yonhap.
Pyongyang ha protestado en repetidas ocasiones por el desarrollo de estas maniobras militares conjuntas, a las que considera un ensayo para invadir su territorio y advirtió que actuará de manera “implacable” ante la mínima provocación de Estados Unidos, declaró el jueves el embajador norcoreano ante Rusia.
“Nuestro ejército ya lo declaró: si hay la más mínima provocación de Estados Unidos durante los ejercicios (militares), estamos dispuestos a asestar un golpe implacable”, afirmó durante una mesa redonda en Moscú, Kim Jong-un, citado por la agencia de prensa rusa Interfax.
Corea del Sur y Estados Unidos deben realizar los días 13, 21 y 26 de abril ejercicios militares conjuntos cerca de la frontera entre las dos Coreas, según el ministerio de Defensa surcoreano, citado por la agencia de prensa Yonhap.
Pyongyang considera que los ejercicios dirigidos por Washington y Seúl consisten en “entrenarse para una operación con fines a destruir (su) capital y tomar el poder” en Corea del Norte, según su embajador.
“Ahora poseemos armas nucleares y otras armas modernas.
Como ya dijimos en varias ocasiones, estamos preparados y (somos) capaces de combatir cualquier desafío por parte de Estados Unidos”, amenazó.
A este incidente se suma el lanzamiento, el pasado miércoles, de un misil de medio alcance por parte de Corea del Norte, al mar de Japón, país al que el presidente estadounidense prometió su respaldo militar.
“Es inevitable que la RPDC (República Popular Democrática de Corea, nombre oficial de Corea del Norte) continúe potenciando sus capacidades militares de auto-defensa, cuyo eje es la fuerza nuclear y los ataques preventivos, mientras EUA y Corea del Sur no abandonen su ambición de agresión”, expuso el régimen en un comunicado difundido por la agencia estatal KCNA.
Corea del Norte advirtió que actuará de manera “implacable” si EUA continúa amenazando su soberanía.
En el texto, Pyongyang recomendó a la primera potencia mundial “no preocuparse demasiado por las medidas habituales” de un país “tan lejano”, un comportamiento que tildó de “vergonzoso”.
También le recomendó que sea “prudente” para encarar un buen comienzo que evite “seguir los pasos lamentables de la Administración precedente”.
El régimen norcoreano también acuso a Seúl de adoptar una “respuesta histérica” a los ensayos de su país, y le instó a dejar de tildar de provocación a sus medidas para “pensar en sus propios asuntos internos caóticos”.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra ya que el conflicto que las enfrentó (1950-1953) acabó con un alto el fuego en lugar de un tratado de paz.
Washington, que lideró la coalición de la ONU que tomó parte en la contienda en apoyo de Seúl, mantiene aún en territorio surcoreano 28,500 soldados.