Tegucigalpa, HondurasUna reducción de 19 por ciento en la tasa de interés anual que se cobra a las tarjetas de crédito en Honduras fue acordada el miércoles por el Congreso Nacional y la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarías (Ahiba).
La reducción en los intereses de las tarjetas de crédito es una iniciativa del presidente Juan Orlando Hernández debido al alto nivel de endeudamiento que tiene "ahogados" a muchos hondureños.
Con el acuerdo, la tasa máxima pasará de 74 por ciento a 57 por ciento en 2017 y bajará a partir de enero dos puntos más en 2018 para ajustarse en un 55 por ciento máximo.
El diputado liberal Walter Romero dijo que se esperaba bajar en 25 puntos la tasa de interés bancario, pero con lo acordado "nos vemos beneficiados todos".
Señaló que la tasa entrará en vigencia una vez que sea aprobada y publicada en La Gaceta.
"Mañana tendremos una reunión final para revisar junto a la Ahiba aspectos técnicos y el proyecto se introducirá al pleno a más tardar la próxima semana", explicó.
Según el Gobierno, los hondureños pagan la tasa más alta del mercado regional por las tasas de interés que se cobran a las tarjetas de crédito.
Además de la reducción en la tasa de interés, el Ejecutivo también pidió establecer un techo de financiamiento, vigilar el endeudamiento del usuario y definir el concepto de usura “si se le quiere dar solución al problema en beneficio de la gente".
Hernández reafirmó la reforma a la ley busca ofrecer ciertas salidas a los problemas que afronta el poblador o el usuario de las tarjetas, con los servicios que se cobran, las altas tasas, así como las políticas de cobro que se realizan, incluso en jornadas no habituales.
Delinear el concepto de usuraEl titular del Poder Ejecutivo mencionó que se debe enmarcar el concepto de usura como un beneficio que puede ser viable para los participantes en el crédito, la banca y el usuario de la tarjeta.
"Debe ponerse techo al financiamiento, porque la ley tiene un concepto de usura y se debe definir ese tema”, tomando en cuenta los cobros que se realizan, y lo consideró como “una protección importante que se debe lograr”Otro punto es que la reforma apunta a que se deje de cobrar intereses sobre intereses, ni cargos por servicio, como ha venido sucediendo todo este tiempo, dos políticas que le crean muchos problemas al hondureño, señaló.
El presidente Hernández detalló que además la reforma busca que los créditos que se otorguen como extrafinanciamiento y otros mecanismos similares deben de ser manejados de forma independiente y sus saldos nunca confundidos con los saldos de tarjetas de crédito con el fin de que no se apliquen sobre los extrafinanciamientos de los intereses del contrato de tarjetas de crédito.
“También el anteproyecto que remitimos prevé un control del sobreendeudamiento, porque, al no existir el control, ya ustedes saben las penurias que está pasando mucha gente, se sobreendeuda la gente y nunca va a poder pagar”, añadió.
La iniciativa incluye que la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) mantenga una vigilancia extrema sobre las políticas de cobro para evitar el famoso acoso a través de las llamadas constantes, aún los fines de semana, en altas horas de la noche, “que la gente resiente”.
Una iniciativa paralelaEl presidente Hernández también recordó que “hemos propuesto otra iniciativa que va paralela a esta reforma de las tarjetas de crédito para consolidar deudas”.
Eso significa tener la oportunidad que el mismo sistema financiero le permita al trabajador o al usuario tirar su deuda a más largo plazo; eso significa bajar la carga mensual o quincenal dependiendo de en qué momento le pagan al trabajador, y liberan dinero.
Eso también –dijo el titular del Ejecutivo- queda garantizado en la medida de que es bajo un esquema que también el banco o quien consolide deuda no va a estar en riesgo.
“A veces se puede hacer a través, por ejemplo, de los institutos de previsión, se puede hacer a través de las cooperativas, se puede hacer a través de cualquier entidad financiera como la propuesta que hemos hecho”, acotó.