Fátima, Portugal.
Aclamado por cientos de miles de eufóricos peregrinos, el papa Francisco oró ayer por la paz mundial en el santuario portugués de Fátima, donde conmemoró el centenario de las apariciones de la Virgen María a tres pastorcitos.
Al pie de la imponente Basílica de Nuestra Señora de Fátima , el papa rezó en silencio durante unos diez minutos frente a la talla de la Virgen en la Capilla de las Apariciones, construida en el sitio donde, según la creencia católica, la madre de Jesús se apareció por primera vez, el 13 de mayo de 1917, a tres jóvenes pastores de este pueblo humilde.
Luego, dirigió a la multitud en una oración en la que pidió “para el mundo la concordia entre todos los pueblos”.
“Recorreremos, así, todas las rutas, seremos peregrinos de todos los caminos, derribaremos todos los muros y superaremos todas las fronteras, yendo a todas las periferias, para revelar allí la justicia y la paz de Dios”, dijo, mientras los peregrinos escuchaban emocionados, algunos con lágrimas en los ojos.
En medio de la multitud, los venezolanos aprovecharon para pedir a la Virgen de Fátima por la paz en su país.
“No puede ser que estén matando a nuestra gente joven, vengo a pedirle el milagrito a la Virgen” del cese de la violencia, dijo Egda Romero, una sexagenaria que viajo desde Maracaibo.
Francisco, que profesa una intensa devoción a la Virgen María y aprecia la vitalidad de la piedad popular, canonizará hoy en una misa a dos pastorcitos: Francisco y su hermana Jacinta.