Redacción.
"Sook" era maestra escolar para niños de un jardín de infantes.
Vivía en un pueblo minero al norte de Corea del Norte y estudiaba para obtener un posgrado de educación.
Decidió huir del país a los 26 años.
Las memorias de la norcoreana fueron recogidas por la estadounidense Bárbara Demick, una periodista interesada en el sistema educativo del país comunista.
Lo que más le soprendió de "Sook" es que a pesar de ser maestra y responsable de la educación de los norcoreanos, ignoraba conocimientos elementales para cualquier ciudadano educado en cualquier otra parte del mundo.
Según relata la mujer norcoreana, una de las memorias más impactantes que tiene es la de haber visto a sus alumnos, de seis o siete años, morir lentamente de hambre mientras les enseñaba que Kim Il-sung, el fundador de Corea del Norte, era un héroe y que Kim Jong-il, era el hijo de un dios.
Gran parte de la población de Corea del Norte vive en la pobreza extremaInocente noviazgoLa primera relación amorosa de "Sook" ocurrió cuando ella tenía sólo doce años.
A esa edad conoció a un joven llamado Taeyang, con quien mantuvo un noviazgo hasta que escapó del régimen.
Según la joven, tardaron tres años para tomarse de las manos y otros seis para besarse.
"Nunca hubiera soñado hacer algo más.
Cuando abandoné Corea del Norte, tenía veintiséis años y era maestra, pero aún no sabía cómo se concebían los bebés", contó la mujer.
Taenyang fue su mejor amigo y la única persona a quien "Sook" le confiaba sus sueños y secretos, pero todo debía desarollarse en secreto porque ella podía arruinar el futuro de su novio si eran vistos juntos.
La mujer pertencía a la clase social más baja del régimen, los beulsun.
Ahora, casada y con hijos en otro país, "Sook" recuerda a Taeyang con calidez.