Washington, Estados Unidos.
El futuro de millones de indocumentados inmigrantes en Estados Unidos pasará a las manos de Hillary Clinton o Donald Trump luego de que el Tribunal Supremo rechazara ayer definitivamente el plan migratorio del presidente Barack Obama.
En la práctica, la decisión del alto tribunal deja indefinidamente bloqueadas las medidas decretadas por Obama en 2014 y que podrían haber ayudado a legalizar a unos 5 millones de jóvenes indocumentados y padres con hijos con residencia permanente o ciudadanía estadounidense.
La negativa de la Corte significa que Obama no podrá implementar su plan migratorio antes de dejar la Presidencia el próximo 20 de enero y que la política migratoria de EUA queda ya en manos del próximo inquilino de la Casa Blanca que saldrá elegido en las elecciones del próximo 8 de noviembre.
Además, el rechazo del Tribunal convierte en definitiva la decisión de junio pasado, cuando se registró un empate entre los cuatro jueces progresistas y los cuatro conservadores de la corte, por lo que prevaleció el bloqueo a las medidas migratorias decidido por una corte inferior.
Sin motivosLos jueces no explicaron los motivos de la decisión sobre las acciones ejecutivas de Obama, que fueron bloqueadas en febrero de 2015, un día antes de su entrada en vigor, a petición de 26 estados liderados por Texas y en su mayoría con gobernadores republicanos.
Ni en junio ni ahora los jueces se pronunciaron sobre uno de los temas principales del caso: si Obama se excedió o no en su capacidad ejecutiva al promulgar por decreto las medidas migratorias, que tienen carácter temporal y permiten a los beneficiarios frenar su deportación, conseguir un permiso de trabajo y una licencia de conducir.
Ahora todo se resolverá en las urnas.
La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, ha conseguido captar buena parte del voto hispano debido a su interés en mantener y expandir las medidas migratorias de Obama, mientras que su rival Donald Trump ha prometido expulsar de EUA a todos los inmigrantes.