París, Francia.
Las tensiones diplomáticas entre París y Moscú vinculadas a la guerra en Siria tuvieron un punto cúlmine ayer con la anulación por parte de Vladimir Putin de una visita a París, prevista desde hacía tiempo, porque Francia impuso hablar únicamente de la situación en Siria.
Putin viajaría a la inauguración de un centro espiritual ortodoxo en París, pero desistió tras las acusaciones de “crímenes de guerra” en Alepo formuladas por Francia.
Por esa causa el presidente ruso “decidió anular” la visita prevista para el 19 de octubre, pero dijo que se reuniría con su homólogo francés, François Hollande, cuando éste “se sienta cómodo” recibiéndolo, informó el Kremlin.
Al margen del Consejo de Europa, tras esta anulación, Hollande reaccionó diciendo que estaba “dispuesto a reunirse en cualquier momento” con el dirigente ruso para “hacer avanzar la paz”.
“El diálogo es necesario con Rusia pero tiene que ser firme y franco”, añadió el mandatario francés ante la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, recordando que París y Moscú mantienen un “importante desacuerdo” sobre Siria.
La confrontación diplomática entre los occidentales y Rusia alcanzó su punto máximo el sábado en la ONU, cuando Moscú vetó la resolución francesa sobre un alto el fuego en Alepo, que contaba con el apoyo de 15 miembros del Consejo de Seguridad.
Un niño rescatado ayer en un barrio de Alepo.
Más ataquesAl menos 25 civiles murieron ayer en los bombardeos rusos “más violentos” de los últimos días contra la parte rebelde de la ciudad siria de Alepo (norte), mientras que cinco niños escolares murieron en un ataque rebelde en el sur.
“Se trata de los ataques aéreos rusos más violentos desde que el régimen anunció (el 5 de octubre) que reduciría los bombardeos en la parte oriental de Alepo”, preció Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Los barrios rebeldes de Bustan al Qasr y Ferdus fueron particularmente afectados por estos ataques, según la fuente.