San Pedro Sula, Honduras.
Productos no tradicionales como ajonjolí, marañón y sal industrial son algunas de las mercancías que los compradores más demandan.
Especialistas coinciden en que la zona sur ofrece una amplia gama de mercancías que necesitan más capital para potenciarse.
Apenas el 3.
9% de los flujos de inversión extranjera directa (IED) registrados hasta el segundo período del año fueron para el sector agrícola.
En las fincas artesanales de San Lorenzo se produce el 80% de la sal que va para el consumo humano en Honduras, y el resto proviene de Nacaome y Marcovia, pero si se tecnificara venderían sal al sector industrial de la zona norte.
La maquila de San Pedro Sula demanda sal industrial para teñir prendas, y como no hay abasto de este producto es necesario importar de México, Guatemala y Colombia, lo que eleva los costos de esa actividad, indica Romel Oliva, presidente de la Cámara Nacional de Turismo Región Golfo de Fonseca.
El directivo asegura que la sal de mina del país es óptima por su nivel de pureza; la producción es de 1.
2 millones de quintales, pero hay un déficit de 2.
8 millones de quintales.
Esta gremial espera la posible visita de una delegación costarricense interesada en conocer más sobre la industria de la sal en la región sur.
En el agroLa Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (Funder) atiende a más de 240 pequeños productores que siembran ajonjolí en 400 manzanas, un cultivo de gran potencial para exportarse al mercado japonés.
“Hemos trabajado de cerca con la Dicta (Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria) en variedades resistentes a la sequía”, dice Miguel Ángel Bonilla, director ejecutivo de Funder, quien explica que a través de este proyecto se cosecharon en 2015 unos 5,000 quintales de ajonjolí, pero Japón pide 35,000.
En el sur hay potencial también para el marañón, que ya se está exportando a Estados Unidos y Europa, sin embargo, se requiere renovar las fincas y más variedades.