Tegucigalpa, HondurasLas autoridades del Partido Nacional preparan un homenaje póstumo a su expresidenta Irma Lucrecia Acosta de Fortín, quien falleció el lunes en Estados Unidos.
El Comité Central del Partido Nacional (CCPN) hace las gestiones para tributarle el homenaje una vez que lleguen los restos al país en las próximas horas.
El plan es llevar el cuerpo de la exconstituyente y exrectora universitaria a la sede del partido para que los nacionalistas le hagan el correspondiente homenaje.
Así lo informó Juan Diego Zelaya, secretario ejecutivo del CCPN.
“Estamos haciendo las coordinaciones para que todos los nacionalistas puedan llegar al Comité Central a tributarle los honores que se merece”.
Acosta de Fortín falleció el lunes en el estado de Oklahoma, Estados Unidos, hasta donde había sido trasladada para recibir atención médica.
Fue una de las pocas mujeres que, pese a los pocos espacios que había, logró posicionarse ocupando cargos relevantes en su vida política y profesional.
Acosta Mejía se convirtió en 1952 en la primera profesional que egresó de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), incluyendo la carrera de Física.
Más tarde, la connotada académica obtuvo una maestría de la Universidad Católica de Washington.
Acosta de Fortín desempeñó varios cargos en su partido, entre ellos el de presidenta del CCPN y diputada de la Asamblea Nacional Constituyente que elaboró la actual Carta Magna.
Fue directora del Centro Universitario de Estudios Generales de la Unah, miembro del Consejo de Educación Superior de Honduras y rectora de la Universidad Privada José Cecilio del Valle.
Hace dos años, el 30 de abril de 2014, el Congreso Nacional le hizo un reconocimiento “por su brillante trayectoria profesional, política y de labor social”.
Durante esa ocasión, el titular del CN, Mauricio Oliva, resaltó los logros de Acosta Mejía, recordando su participación en la Comisión Internacional para la Recuperación y Desarrollo de Centroamérica, luego del huracán Mitch que golpeó a Honduras hace 18 años.
Su muerte provocó consternación en la clase política, especialmente en el Partido Nacional.
“Dejó una marca que pocas mujeres han hecho en Honduras, hizo tantas cosas como profesional tanto en el área académica como política.
Como partido estamos muy apesarados y obviamente queremos rendirle los honores póstumos que ella se merece”, dijo Juan Diego Zelaya.
Fernando Anduray, secretario ejecutivo de la Comisión Política del PN, afirmó que doña Irma fue “un baluarte en la defensa de la democracia y de la dignidad de la mujer hondureña.
Ella representó la seriedad y la madurez política”.