Tegucigalpa, HondurasCon fusiles AR-15 y con sus rostros cubiertos con pasamontañas, varios sujetos ultimaron a disparos a dos jóvenes la noche del sábado en la capital.
El doble crimen se produjo en el popular bario Morazán, en el sector conocido como Los Jucos.
Las víctimas son Henry Enrique Cárdenas López (de 23 años) residente en el sendero Manuel Soto del referido lugar, y Franklin Edgardo Quintero Marroquín (de 27 años) originario del municipio de La Lima en el departamento de Cortés.
Este último era un exconvicto y había llegado al barrio Morazán hacía una semana, solo a visitar a la madre de su pequeño hijo de dos meses de nacido.
El fallecido portaba una carta de libertad provisional, emitida por un juzgado, con fecha 18 de marzo del presente año, en la misma constaba que estuvo recluido en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto por el delito de robo agravado.
Encapuchados.
Testigos oculares manifestaron que los autores materiales de la muerte de los jóvenes llegaron al lugar a bordo de dos vehículos y, sin mediar palabras, arremetieron contra su humanidad de los hoy occisos.
Autoridades de investigación llegaron al lugar para recabar todas la pesquisas posibles para esclarecer el caso.
Los restos mortales de los dos hombres fueron reclamados por sus familiares ayer por la mañana y tarde.
Al menos 86 masacres han ocurrido en lo que va de 2016 en Honduras, gran parte de ellas en Cortés y Francisco Morazán, según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).