Washington, Estados UnidosTras ocho años en el poder, el presidente estadounidense, Barack Obama, sale por la puerta grande dejando un legado amenazado por su sucesor, Donald Trump, especialmente su reforma sanitaria y el deshielo con Cuba.
Obama, quien hizo historia en 2009 al convertirse en el primer presidente afroamericano de la historia de EUA, tenía puestas sus esperanzas en la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, para dar continuidad a sus políticas; pero le sorprendió y descolocó la victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre.
Cuando se pregunta a los expertos, la mayoría coincide en que la reforma sanitaria promulgada en 2010, conocida como Obamacare y que establece la obligatoriedad de contar con un seguro médico, ha sido el mayor logro interno del Presidente.
Se trata de una ley “muy compleja” que ha beneficiado a “más de 20 millones de ciudadanos”, según el profesor Roberto Izurieta, de la Universidad George Washington y que hace preguntarse si será “políticamente sostenible” para Trump mantener su promesa de derogarla.
Reforma migratoria.
Obama se marcha con un nivel de popularidad bastante alto, de alrededor del 50%, y sin ninguna certeza sobre la suerte que correrán dos de sus éxitos en política exterior: el pacto nuclear con Irán y el restablecimiento de relaciones con Cuba.
Trump ya amenazó con poner fin al deshielo si Raúl Castro no está dispuesto a sellar “un acuerdo mejor”.
En tanto, uno de los fracasos más grandes del Gobierno de Obama, según Izurieta, es la reforma migratoria.
El Presidente proclamó por decreto a finales de 2014 unas medidas para frenar la deportación de cinco millones de indocumentados que fueron bloqueadas poco después a petición de 26 estados.
Ahora Trump ha amenazado con deportar a tres millones de inmigrantes una vez que tome posesión de su cargo.
Consciente de que el magnate está “menos preparado” que otros presidentes electos para ocupar el cargo, Obama ha pedido a EUA y el resto del mundo, que den una oportunidad a su sucesor.