Washington, Estados Unidos.
Las sanciones del Gobierno de Barack Obama contra Rusia por sus supuestas interferencias en las elecciones presidenciales han vuelto a poner en evidencia la profunda división entre la administración saliente y la entrante, de Donald Trump.
Obama aumentó la tensión con Moscú al expulsar a 35 diplomáticos rusos por los ciberataques a la campaña demócrata, atribuidos al Gobierno de Vladimir Putin para influir en las elecciones.
Las medidas en respuesta a los supuestos hackeos bautizados como “Grizzly Steppe” por funcionarios estadounidenses, van en contra del Departamento Central de Inteligencia (GRU), servicio secreto militar, y el Servicio Federal de Seguridad (FSB), la ex-KGB soviética.
El Kremlin rechaza “categóricamente” estas “acusaciones infundadas” y acusa a Washington de querer “destruir definitivamente” sus relaciones con Moscú.
Pese a esto, el mandatario ruso sorprendió ayer al ignorar las acciones “tardías” de Obama, renunciando a responder de la misma manera a Washington a la espera de que Trump asuma su cargo en la Casa Blanca.
“Rusia se reserva el derecho de tomar medidas de represalia y restaurará las relaciones ruso-estadounidenses en función de la política del presidente electo Donald Trump”, dijo Putin.
En tanto, el magnate, que no ha cesado de repetir que no cree en las acusaciones de injerencia rusa, dejó en evidencia su respaldo a la acción del presidente ruso.
“Gran jugada (la de Putin).
Siempre supe que era muy inteligente”, dijo Trump en su cuenta de Twitter.
En manos de Trump.
El presidente electo, quien ha dicho que desea un cambio de rumbo en las relaciones con Moscú, anunció que se reunirá con las agencias de inteligencia para “actualizar” su información sobre el caso.
La acción de Obama llegó a escasas tres semanas de entregar el poder a Trump, de quien dependerá entonces si mantiene o levanta estas sanciones y otras previamente impuestas contra Rusia debido a la anexión rusa de Crimea y por apoyar a los insurgentes en las provincias orientales de Ucrania.
“Es una pena que la administración del presidente Barack Obama acabe su trabajo de esta manera.
Le deseo sin embargo un feliz año, así como a los miembros de su familia”, concluyó Putin en su mensaje.