Image may be NSFW.
Clik here to view.
Tegucigalpa, HondurasA 15 minutos de presuntamente haber asesinado a un comerciante y haber dejado herida a la esposa de este fue aprehendido en una rápida acción Nelson Javier Benítez (de 22 años).
La víctima mortal fue identificada como Marcio Erazo Barahona, quien era propietario de un puesto de venta de lácteos y huevos en la aldea Las Casitas, al sur de la ciudad.
En el hecho también resultó con heridas de arma de fuego su compañera de hogar identificada solo como María del Carmen.
Ella tuvo que ser trasladada de emergencia al Hospital Escuela.
El ataque fue perpetrado presuntamente por dos jóvenes que llegaron hasta el pequeño local a bordo de una motocicleta, alrededor de las 11:30 de la mañana.
El facineroso disparó en repetidas ocasiones con un arma automática hasta quitarle la vida a Erazo Maradiaga, al tiempo que hirió de gravedad a la esposa del comerciante.
El cuerpo quedó entre una vitrina en la que vendía quesos y otros lácteos y una mesa en la que tenía estibados varios cartones con huevos.
En la escena quedaron varios casquillos de arma de fuego automática, de calibre 9 milímetros.
El negocio de la víctima se ubica frente a un centro educativo y a tan solo metros de una iglesia evangélica.
Junto a la escena del crimen quedó una motocicleta color negro, marca Pulsar, con placa MAG 9719, según testigos, en ella llegaron los malvivientes a quitarle la vida al comerciante.
Acción.
Habían transcurrido al menos unos 15 minutos cuando efectivos policiales y militares detuvieron a Benítez.
Su captura se produjo en el anillo periférico a inmediaciones de la Secretaría de Seguridad, en el sector de El Ocotal.
Mario Rivera, portavoz de la PMOP, detalló que “según testigos, el hechor obligó a un conductor de mototaxi de la zona de Las Casitas para que lo llevara a la gasolinera cerca de la Secretaría de Seguridad”.
“Allí abordó un bus rapidito de la ruta Las Casitas-Mercado en el que pretendía huir, pero la PMOP recibió la alerta y se le dio persecución”, agregó Rivera.
Dentro del autobús fue encontrada escondida bajo uno de los asientos una pistola calibre 9 milímetros con la que presuntamente habría liquidado al vendedor de lácteos.
Familiares de Marcio Erazo manifestaron que “no tenían problemas con nadie, ellos pagaban extorsión, lo más seguro”.