Tegucigalpa, HondurasEl presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, degustó ayer comida china como una muestra de apoyo, luego de trascender que un restaurante chino vendía alimentos con carne de perro, lo que alejó a los clientes de esos negocios.
El gobernante sirvió personalmente un suculento arroz con vegetales y carne a periodistas y a sí mismo en recipientes desechables.
“Me gusta la comida china, invito a los hondureños a comerla”, expresó el presidente en rueda de prensa.
“Este es un sector emprendedor que genera mucho empleo y que fortalece la economía”, enfatizó.
El pasado 28 de abril, agentes de la Fiscalía aseguraron haber descubierto carne de perro en alimentos servidos en un restaurante chino de la capital, lo que provocó una fuerte reacción contra todos los establecimientos de comida china.
El dueño del negocio aseveró que era carne de cabro la que habían encontrado las autoridades.
Después de practicar pruebas científicas, la Dirección de Medicina Forense comprobó que el contenido de los platillos era carne de cabro.
El dictamen fue declarado en secretividad.
No dan dictamen.
Miembros de la Comunidad China Hondu-Centroamericana se presentaron ayer al Ministerio Público (MP) para conocer los resultados del estudio forense a las pruebas de la supuesta carne de perro o cabro, decomisada en un restaurante de comida china en la capital.
“Nos presentamos a la Fiscalía del Consumidor y nos dijeron que sí tenían el dictamen, pero que no podían presentarlo porque tienen que llevarlo a la Dirección de Fiscales donde harán la resolución del mismo”, manifestó Mario Hung Pacheco.
Lamentó que están impidiendo el acceso a este informe que determina el tipo de carne que se usó en este restaurante de Tegucigalpa.
“Nos hablan que esto está prácticamente en secretividad y que todo este escándalo fue en los medios de comunicación”, indicó.
Externó su preocupación por la demora en el proceso, lo cual está afectando a la comunidad china que tiene estos negocios.
Desde que trascendió el decomiso de la supuesta carne de perro en un negocio de Tegucigalpa, las ventas de los restaurantes chinos han disminuido hasta en un 80%.
Pacheco dijo que “cada día que pasa, sin tener el dictamen en las manos afecta a los dueños de restaurantes y por ende hay daños colaterales porque afecta a los vendedores de mercados”.